jueves, octubre 21, 2004

Cansancios, sillas y errores de cálculo

Encontré una silla y dejé el equipaje a un lado.
El cansancio tiene estas cosas. Encuentra sillas que dibujó para sentarse y no las parte contra el suelo. Hablo del que va en serio, del último grado que aguanta esta vez la curva. El cansancio sabe dejar el equipaje a un lado. Así, dadas la silla y el cansancio, una se dispondrá a des-cansar. Por el camino entonces del des-canso, (o del cansancio, tal como se miren los círculos horarios), buscaré y me encontrará otro error de cálculo que dé giro a esa espiral que gusto en llamar línea curva. La línea curva. Pensamiento abstracto - metáforas tontas para aclararse - prólogos de poemas por leer y escribir. Es el cansancio. Pero: ahí delante tengo la silla: el error pronto será mío. Y yo suya. Sentada, cederá también ella, mi error desgastando su tela, en esa la curva mortal última de mi éxtasis estético. Final sonoro. Mi imagen partiendo la silla mi descanso en los espejos.

viernes, octubre 08, 2004

Ser y no ser

"Mientras tienen misterios, tienen salud; cuando se destruye el misterio, se crea la morbosidad. El hombre común siempre ha sido cuerdo, porque el hombre común siempre ha sido místico. Siempre ha aceptado la nebulosidad. Siempre ha tenido un pie en la tierra y otro en el país de las hadas. Siempre ha conservado la libertad de dudar de sus dioses; pero (contrariamente a los agnósticos de hoy) también ha conservado su libertad de creer en ellos. Siempre se ha preocupado más de la verdad que de la consistencia. Si vio dos verdades que se contradecían mutuamente, tomó las verdades y la contradicción junto con ellas. Su vista espiritual es estereoscópica, como su vista física. Al mismo tiempo ve dos cosas diferentes, y no obstante, o por lo mismo, las ve mejor. (...)
Es, precisamente este don de asociar las aparentes contradicciones, lo que constituye toda elasticidad del hombre sano. El único secreto del misticismo es éste: que el hombre puede entenderlo todo merced a la ayuda de todo lo que no entiende. (...)
La única cosa creada que no podemos ver, es la única cosa a cuya luz podemos verlo todo. Como el sol en su ocaso, el misticismo explica todo lo demás con los rayos de su incisibilidad victoriosa.

G.K.Chesterton, Ortodoxia.

lunes, octubre 04, 2004

Círculo 7#a:0?

"Hay una razón, y sólo una, por la cual los alcances y el contenido de la filosofía no parecen reducirse mucho por este proceso de encogimiento. Pues, por muchas que sean las preguntas que puedan transformarse, de modo tal que caigan dentro del tratamiento empírico o formal, el número de preguntas que parecen ser incapaces de tal tratamiento no parece reducirse. Este hecho habría desconsolado a los filósofos de la Ilustración, convencidos como estaban de que todas las preguntas legítimas podrían obtener respuesta a través de los métodos que tan magníficos triunfos habían alcanzado en manos de los científicos de la naturaleza, en el siglo XVII y a comienzos del siglo XVIII.
Es verdad que aun en aquellos días luminosos los hombres no parecían estar más cerca de alcanzar la solución a los interrogantes fundamentales, indiscutiblemente filosóficos, porque, probablemente, no tenían respuesta acerca de si los hombres y las cosas habían sido creados para el cumplimiento de una finalidad, por Dios o por la Naturaleza, y en caso de que lo hubiesen sido, con qué fin; o acerca de si los hombres gozaban de libertad para elegir entre posibilidades opuestas, o, por el contrario, estaban rigurosamente determinados por las leyes causales que gobernaban a la naturaleza inanimada; o de si las verdades éticas y estéticas eran universales y objetivas, o relativas y subjetivas; respecto de si los hombres no eran más que amasijos de sangre y músculos, huesos y tejido nervioso, en vez de ser las moradas terrenales de almas immortales; a si la historia humana tenía una estructura discernible, era una secuencia causal repetitiva, o la sucesión de accidentes causales e ininteligibles. Estas añejas preguntas los atormentaban como habían atormentado a sus antepasados de Grecia, de Roma, de Palestina y del Occidente medieval."

Isaiah Berlin, Conceptos y Categorías,
I. El objeto de la filosofía (1962).